Requiem #2

No hay olvido, aun
La muerte me desprecia y me marca como un exiliado
La mujer del paraguas tapa con su dignidad el sol
El sucio rencor de tu vida desgastada se va diseminando por el viento
Y aun no paro de soñar
Porque el tiempo no agota las esperanzas, no
Y las luces bajas iluminan aun el lecho donde caí hace poco

Dos años y mil golpes más
Me enseñaron a llorar
Dos caminos y uno más
Me enseñaron a vivir intensamente
Pero la muerte no fue condescendiente
No quiso que muriera del todo
Quiso que me quedara despierto viviendo y sintiendo
Porque lo que venia no era nada comparado con eso

Porque la dama cerro su paraguas tras el invierno
El viento paso entre mi cuerpo y lo lleno de incertidumbre y desconcierto
A pesar de revolucionar a este muerto que se niega a morir
Y al finalizar todo este circo, mi querido señuelo se alejo
Sigo su camino y continúo
A través de desconcierto
Pero desde mi lecho de muerte yo te digo que sigas fuerte, que para todo hay su momento

Hoy mi réquiem esta vacio
Vacio de mi mismo, vacio del olvido
Porque no es necesario más sufrir por nada
Hoy es tiempo de romper esta telaraña
Y seguir adelante
Ya no hay olvido, no porque no es necesario
Ya no están mis abuelos custodiando mi muerte
Porque para ella ya no soy un exiliado
Porque el pasado ya no importa y el futuro esta lleno
Lleno de amor, lleno de deseos

Podrían pasar mis balas por mi cuerpo
Para dejarlo marchito bajo el desierto
Aun así será todo perfecto
Porque a pesar de todo
Aun no paro de soñar

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