Los vaivenes son cotidianos
A veces bien, y a veces mal
A veces duele mucho
Y a veces me alegra ver salir el sol
Soy adicto a la esperanza
Armar el puzzle de mi ánimo
Encajar todo para sentir el calor en el pecho
Y seguir luchando
Porque la vida siempre ha sido luchar
Siempre desde abajo
Nunca protagonista
Pero siempre el héroe
Soy adicto también
La desesperación del no saber
Del no encontrarle vueltas a las cosas
Porque todo al final tiene solución
Hasta el más terrible tormento
Queda tras un amanecer cálido
El cariño de los seres queridos
Una madrugada fría en la micro
Escuchando las mismas canciones tristes
En repetición
No necesito poder
No necesito las respuestas
Yo forje mi camino hasta acá
Lo haré siempre a mi manera
Aunque me duela que siempre cueste
Y a esta altura
Me cuesta cada vez más seguir intentado
Pero aquí vamos otra vez
La cara limpia de lágrimas
El sol sale de nuevo en mis ojos
Y el horizonte aún queda esperanza almacenada
En esas canciones felices, que escucho en repetición
Tal como la vida
La lucha nunca acaba
Y cuando acabe
Te espero ver ahí, junto a mi