Quizá por mi culpa
Quizá por mis tormentos
Al ver las calles vacias
E imaginarte en ellas
Caminando con cualquiera que no fuese yo
Por mucho que anhele
Estar en cualquier lugar
Excepto aquí
No me queda más que sentarme
Y no confiar en ninguna estrella fugaz
Que pudiera aparecer
Ni confiar en mi corazón roto
Que por mucho que me halaguen muchas princesas
Yo no le creo a nadie
Mi cama sigue sola
Mi espíritu sigue roto
No me queda más que ser
Un luchador y no un amante
Vendar mis puños
Y cocer las heridas de las que brota sangre
Quemar con pólvora la ternura
Y no flaquear más
Un luchador, más no un amante
Él mas malo
El peor
Nada más que eso
No hay orgullo, no hay honor
Solo un corazón roto
En medio de un desierto sin dueño
En una ciudad llena de luces
Y falta de fe
No hay comentarios:
Publicar un comentario