En el tibio aleteo
Del tiempo y su juego
Se posa en mi mente una mariposa
Y se queda aquí parada
Mirando atenta mí forma de actuar
Ella ve como el fuego se inicia en mi cabeza
Como la luz sale desde mis entrañas
Atraviesa mis venas y las vuelve un fulgor
Rabioso e inquieto
Y me entrego al destello de sus aleteos
Que desde el lado oscuro de la luna
Hasta las murallas de mi resistencia
Remece los cimientos del hombre que soy
Y convierte a esa mariposa en musa
Ama y señora
Del niño que le pide una sopa antes de caer
Cómodamente adormecido
Aunque no salga de mi cabeza
La puedo ver, presente
En todo aquello que me rodea
De todo lo que nace desde aleteo rabioso e inquieto
Del tiempo y su juego
De las estrellas y la dicha
Esa dicha lejana y tardía
Esa mariposa, que se convirtió en musa
Aletea alrededor de mi cabeza
Y mientras mide mis movimientos
Yo hago una pausa a todo lo que siento
Solo admiro su destello desde mi asiento y pienso
Lo que seria volverá a ver…
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