Himnos para una adolecente de 18 años

6 de la tarde
Y el corazón no para de latir
Nada es importante
Excepto salir, salir a buscar aquella ansiada libertad
Sin dejar de reír, sin dejar de soñar

Son 18 años y la vida me sabe tal cual
La rabia adolecente no puedo dejarla atrás
Pero si los recuerdos y los abrazos
El fuego y el tiempo en que solíamos drogarnos
Escuchando a nuestros héroes hablar de su juventud
Ansiábamos ser como ellos
Sin embargo nos fuimos poniendo viejos antes de tiempo
Aquel tiempo que nos hizo falta de ante mano
No nos perdono y nos volvió seres amargos
Deambulando por fiestas borrachos
Durmiendo con extraños esperando que sean otros bastardos
Escabullirse en la mañana para que al despertar
Tener tiempo de inventar una buena coartada

Deber ser la rabia la que no me deja actuar
Son los años que no deberían pesar
Aun sigo esperando que campanita me lleve al país de nunca jamás
Pero el tiempo no nos espero
El decía que debíamos madurar
Pero íbamos creciendo lento
Sin esperar a sobrevivir a esto
Después de todo, íbamos a morir a los 27 de todos modos
Así que no íbamos a preocuparnos
Si el andaba ahora con una perra
Pronto se agarrara alguna enfermedad venérea
Por pasar por tantas manos, terminara siendo como ella
Es su destino, lo dejo en manos de ella
Yo por mientras me iré a servir un café
Ya no importa lo que pase
Eres demasiado buena para él

6: 05 de la tarde
Alguien dijo que nadie podía entender a un adolecente
Y estaba en lo correcto
A veces ni yo me entiendo